Monday, October 31, 2011

Feliz Día de Muertos


Por fin ha llegado una de las celebraciones que más me gusta de manera personal y la cual es ni más ni menos que la celebración del Día de Muertos. Y no es solo por su típica combinación de mezclar el día 31 de Octubre con el afamado Halloween que se celebra en los Estados Unidos y que se ha esparcido en todo México desde hace muchos años sino también por la riqueza cultural que lleva consigo esta tradición en México. 

Quien no se acuerda cuando era niño y salía a las calles los días 31 de Octubre, 1 y 2 de Noviembre para pedir Halloween y porque no hasta hacer una que otra travesura. Si siempre he dicho que los mexicanos somos bien abusados siempre tomamos como excusa 3 días para pedir dulces y regresar a la casa con las bolsas llenas de dulces, galletas y a veces hasta dinero. Como recuerdo salir desde las 7 de la noche y haber regresado hasta casi las 12 a la casa con las bolsas llenas y después a pagar la penitencia de la glotonería pues tenía regado en mi cuarto un arsenal de dulces que después de un mes ya no me podía comer porque ya estaba hastiado de tanto comer dulces, lo bueno fue que nunca se me picaron las muelas por comer tanta azúcar.

Pero pasando a la más hermosa tradición que en mi personal punto de vista es sin lugar la celebración del Día de Muertos. Y digo que es la más hermosa porque me llama la atención todo el misticismo y ritual que realizaron nuestros antepasados rindiéndole culto a la muerte. Es decir desde tiempos prehispánicos de alguna manera descubrieron el concepto de que después de la muerte aun hay vida. 

Es decir no importa que religión uno profese si eres ateo o no, es tan solo el simple hecho de pensar que hay vida después de la muerte es una ideología que traspasa todo tipo de fronteras y espacio en el tiempo. Ya que no solo los Aztecas, Mayas, Zapotecas y demás culturas prehispánicas pre definieron; sino que es también un concepto que se ha manejado desde los inicios de la humanidad.

Pero lo que más me llama la atención de esta celebración en México y que es bien conocida por todos los extranjeros es la forma en cómo el mexicano se burla, se ríe y hace bromas de la muerte. Y Yo puedo asegurar que nadie que no sea mexicano puede entender el porqué nos burlamos de la muerte, Yo no sé si es por miedo, respeto o simplemente resignación pero al final del día hacemos de la muerte todo una celebración al menos en el Día de Muertos.

Es por eso que los quiero dejar con este articulo que me encontré en el periódico El Universal con el cual espero les sirva para tener un poco mas de conocimiento de cómo se vive el Día de Muertos en las diferentes regiones del país. 

Ah y por favor no dejen de comer el tradicional pan de muertos con un rico chocolate espumosos y unos ricos tamalitos para finalizar el día sino la calaca o la huesuda se nos va a enojar y no queremos que la Catrina se nos ponga triste verdad.

Incio de la cita

Comida de muertos entre vivos

Conoce las diferentes representaciones de los tradicionales altares de muertos en algunos estados de la República Mexicana
Jueves 27 de octubre de 2011 Dulce María Espinosa de la Mora | El Universal

El mes de noviembre enmarca las festividades de la muerte, pero también desde tiempos remotos el paso del fin del otoño y del inicio del invierno y para las comunidades indígenas del país retribuir a los difuntos aquello que se ha cosechado. Esta época está rodeada de un manto de religiosidad y respeto hacia los Santos Inocentes y a Todos los Santos, una temporada que  goza de una esencia mística que lleva a los mexicanos a celebrar de una manera muy peculiar la ausencia de los seres queridos fallecidos.
Es una época donde las comunidades pasan de una gran escasez a una relativa abundancia con la cosecha. Esta opulencia permite un intercambio que aplica tanto en la relación entre vivos y muertos como al interior de las comunidades.

Esta retribución en las festividades de los files difuntos tiene que ver con una concepción muy particular sobre la tierra porque el hombre y las comunidades están en deuda con ella.
El rito comienza los últimos días de octubre, cuando en familia se prepara el altar de muertos con los platillos favoritos de quienes ya se han adelantado en el viaje final, las fotos, las veladoras, las flores de cempasúchil, el papel picado, el pan de muerto, las calaveritas de azúcar, el copal se dan cita para ofrendar a los fallecidos..

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
El Día de Muertos, declarada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO en el 2003, es una de las mayores expresiones del sincretismo mexicano.
Para el Antropólogo Saúl Millán especialista del INAH, esta celebración es particularmente interesante porque es un espacio privilegiado donde se permite el encuentro de dos mundos. Por un lado, la tradición prehispánica que tuvo un culto a la muerte muy desarrollado y las propuestas de la Evangelización que llegan con el catolicismo en el siglo XVI", explica el antropólogo mexicano.
 
Los pueblos indígenas de México adoptaron desde el Siglo XVI esta festividad que se conmemora en el calendario litúrgico como la Fiesta de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, instituida en el calendario litúrgico en el Siglo X y que jugó un papel importante en el proceso de Evangelización.

La Fiesta del Día de muertos cierra entonces un ciclo relacionado esencialmente con el crecimiento del maíz. La fiesta de los muertos es en realidad una fiesta de la cosecha destinada a compartir con los difuntos los beneficios de los primeros frutos.

UNA RICA TRADICIÓN
  • Coahuila y Nuevo León:
No hay una comida especial para los días de muertos, se acostumbran las empanadas de nuez con piloncillo que se venden a la entrada de los panteones.
  • Nayarit y Jalisco:
Los huicholes tienen la tradición de comer carne en fiestas como estas. Cuando una persona muere se le entierra con algunas tortillas o gorditas y un poco de agua. En la zona centro de Jalisco "el día de finados" la gente lleva flores al panteón y después de misa compran calaveras de dulce y panochitas de limón y leche o preparan dulce de calabazate.

En la zona otomí cercana a San Miguel de Allende se elaboran tortillas de maíz teñidas con anilinas vegetales verdes, morados, rosas y azules.
  • Querétaro:
Los dulces tradicionales cristalizados son confeccionados con mayor esmero, se elaboran las calaveras de azúcar y dulces con figuras alusivas a la muerte.
*Michoacán para estas fechas se cocina el mole con tortitas de camarón capeadas.
  • Guanajuato:
En la plaza de la ciudad de Salamanca se pueden saborear figurillas de alfeñique elaborado con azúcar, clara de huevo, limón, camote en polvo y una planta parásita del mezquite. Estas figuras representan puercos y borregos que muestran facciones humanas. También en esta temporada se encuentran unos pasteles hojaldrados rellenos de picadillo o de crema que se comen calientes.

En Valtierrilla en el mismo municipio, la ofrenda para los difuntos incluye atole de arroz con leche, canela y hojas de naranjo endulzado con piloncillo; tamales de queso y de cacahuate, dulce de camote, diversas frutas y guirnaldas de flores.
  • San Luis Potosí:
Se preparan tamales de queso, chile colorado y manteca, son comunes los de elotes tiernos pintados de colores. En muchas casas se comen buñuelos espolvoreados con azúcar pintada. En los altares en honor a los difuntos figuran frutas de temporada, guayabas, naranjas y jícamas. El pan con forma humana y la calabaza y el camote en miel de piloncillo.

En la sierra norte de Puebla se considera que los tamales son una metáfora del cuerpo humano en la medida en que la hoja de maíz que cubre al tamal juega el papel del ataúd; el maíz, con el que se elabora el tamal juega el papel de la carne y el mole o las salsas, la sangre y los fluidos corporales.

En este estado se hacen ofrendas en las casas sobre mesas o petates decorados, a los niños difuntos en la sierra se les ofrenda mole de guajolote, frijoles, tamales, pan, champurrado y naranjas, limas, plátanos y jícamas. Para los adultos se agrega refino, pulque, cerveza y cigarros. La levantada tiene lugar el 3 de noviembre cuando la familia hace un intercambio de la comida de las ofrendas y va al panteón a dejar flores.
En el Valle mole de pollo, tamales, pan dulce, calabaza, tequila y un jarro de pulque. "Punche, calabaza y miel" resumen la ofrenda en la ciudad de Puebla. En la mixteca mole y huaxmole y pan de muerto.

El grupo otomí de la región de Tenango de Doria en Hidalgo, preparan una gran cantidad tamales incluyen los trabucos largos y rellenos de cacahuate molido con piloncillo y los tecoquitos pequeños de nixtamal molido en seco.
  •  Veracruz
Al morir un totonaco de El Tajín se le tiende sobre una mesa con velas encendidas en las manos, en la caja se colocan 12 tortillas en miniatura y un carrizo con agua que contiene un camaroncito con el fin de que lleve sus alimentos a donde los necesite.

Entre los huastecos del norte de Veracruz preparan unos tamales llamados cuitones de frijol sin carne o piques o cuitones de dulce. También tamales de carne de res, de puerco o de aves domésticas y elaboran en particular el zacahuil, un enorme tamal como el de cazuela de gallina o pollo, ya que en esos días no se come guajolote. Cholocales, atoles y paskal son tradicionales de la región.

Los mayas el "Hanal pixán" o comida de las ánimas, es una tradición que termina con la "misa pixán" porque ese día se aplica una misa dedicada a las ánimas, por lo general en el cementerio de la población.
La tradición incluye varios ritos, pero el principal consiste en un altar con comida típica de la temporada atole nuevo, muc-bilpollos, jícamas, mandarinas, naranjas, dulce de papaya, coco y pepita, tamales de espelón y "vaporcitos", todo eso adornado con veladoras, flores, ramas de "ruda" y las fotografías de las personas fallecidas.

¿Sabías qué?
Esta costumbre se conjugó con las celebraciones indígenas, durante las cuales se ofrendaba a los dioses flores de cempasúchil y tamales de maíz, en una época del año en que acababan de levantarse las cosechas y que se destinaban también a ofrendar a los muertos, lo cual ocurría a fines de octubre y principios de noviembre. Fue así como se determinó que fueran los días 1 y 2 de noviembre las fechas en que se rindiera culto a los difuntos.

Los indígenas creían que en dicho periodo del año los muertos regresaban a sus hogares, pero como al morir perdían los sentidos de la vista y el olfato, era necesario ayudarlos a llegar a su destino: las velas les alumbraban el camino, las flores con su olor les ayudaban a seguir la ruta adecuada, mientras que el copal se utilizaba para limpiar el lugar de los malos espíritus.

La tradición católica unió la imagen de los santos con la imagen de los difuntos, por lo que la fiesta de denomina 'de todos los santos y los fieles difuntos'. La Reforma evita todo contacto con imágenes del santoral y esto hace que el protestantismo se refugie en la vieja idea del Halloween, "pero el principio de las dos festividades es el mismo".

Fin de la cita

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