Por fin ha llegado una de las celebraciones que más me gusta de manera personal y la cual es ni más ni menos que la celebración del Día de Muertos. Y no es solo por su típica combinación de mezclar el día 31 de Octubre con el afamado Halloween que se celebra en los Estados Unidos y que se ha esparcido en todo México desde hace muchos años sino también por la riqueza cultural que lleva consigo esta tradición en México.
Quien no se acuerda cuando era niño y salía a las calles los días 31 de Octubre, 1 y 2 de Noviembre para pedir Halloween y porque no hasta hacer una que otra travesura. Si siempre he dicho que los mexicanos somos bien abusados siempre tomamos como excusa 3 días para pedir dulces y regresar a la casa con las bolsas llenas de dulces, galletas y a veces hasta dinero. Como recuerdo salir desde las 7 de la noche y haber regresado hasta casi las 12 a la casa con las bolsas llenas y después a pagar la penitencia de la glotonería pues tenía regado en mi cuarto un arsenal de dulces que después de un mes ya no me podía comer porque ya estaba hastiado de tanto comer dulces, lo bueno fue que nunca se me picaron las muelas por comer tanta azúcar.